martes, 7 de enero de 2020



DIOS: SUS ATRIBUTOS
Enero 5, 2020


¿QUIÉN ES DIOS?

Es la primera pregunta que debemos hacernos antes de hablar de sus atributos. No obstante, hay dos cosas que debemos de tener claras antes de comenzar. La primera es que todo lo que pueda decirles en este pequeño escrito, será una pequeñísima fracción de lo que en verdad es Dios. Y lo segundo, es asegurarles, que ese ser a quien llamamos “Dios”, quiere darse a conocer por nosotros en dimensiones y profundidades que apenas podemos comprender en nuestra limitada existencia; y para ello, Dios nos proporcionó la Biblia, un libro escrito por El a través de 40 hombres escogidos, en el lenguaje que los hombres pudieran entender, para mostrarse a sí mismo y darnos su mensaje. 

Comenzaré con este texto:

23 Así dijo Jehová: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas. 24 Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová. Jer 9:23-24 

En una palabra, nada tiene mayor importancia que la de conocer a Dios. No hay sabiduría, ni actos heroicos o de poder, ni riquezas, que sobrepasen el hecho de “entender” y de “conocer” a Dios; por lo tanto, es la tarea de mayor trascendencia que todo ser humano debe de emprender en su vida terrenal.

VUELVO A PREGUNTAR: ¿QUIÉN ES DIOS?

Para Moisés era el fuego consumidor, el gran YO SOY* (Jehová Jireh, Jehová Mekkaddesh, Jehová Nissi, Jehová Rafa, Jehová Rohi, Jehová Sabaot, Jehová Shalom, Jehová Shammah, Jehová Tsidkenu); para Elías, Jehová de los ejércitos; para David, su gran Pastor; para Isaías, el Santo de Israel, el Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz; y así podemos seguir…

El profeta Isaías también lo llama así:

Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados. Is 57:15 

El profeta, utiliza los superlativos que tiene a su alcance, para decirnos lo grande y majestuoso que Dios es. Pero debemos tratar de entender que lo “ALTO” y “GRANDE” no tiene nada que ver con medidas humanas, es una forma de ilustrar o mostrar su grandeza en términos absolutos. El otro aspecto que toca es su existencia en la eternidad, Él es el “ETERNO”. Para entender esto, debemos poner de lado nuestra manera de medir el tiempo, en años, siglos, etc. Que son propios de lo creado, del movimiento de la rueda del universo, del recorrido de la tierra en el plano de la elíptica alrededor del sol con su inclinación de 23,5 grados, y que da como resultado las estaciones y el paso inexorable de los años y siglos. No tiene que ver nada con eso, que aun cuando Él está presente en la creación, no está sujeto a ella, por lo tanto, ni el tiempo, ni el espacio, ni la materia lo pueden limitar, pues son su creación.

Vamos entendiendo un poquito, cuando nos dice que:

Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos. Is 55:9 

Como acabo de mencionar, Su grandeza no tiene nada que ver con tamaño, con dimensiones físicas, pues Dios es Espíritu. Luego dice, que su nombre es el SANTO, que habita en la altura y santidad; es decir, que su naturaleza está apartada de toda clase de maldad, o corrupción, de toda injusticia, El es toda bondad. Todo lo que de Él procede es perfecto.

LOS ATRIBUTOS DE DIOS EN EL GÉNESIS: LA CREACIÓN

Otros textos que muestran los atributos de Dios, se encuentran en los primeros capítulos del Génesis. Lo primero que vemos, es la pre-existencia de Dios desde los que conocemos como la “ETERNIDAD”, lo cual no es una acumulación de tiempo “cronos”, es decir de años o siglos, como ya he mencionado. La eternidad es un estado atemporal de presencia perpetua. Salmo 90:2

Antes que naciesen los montes y formases la tierra y el mundo, desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios. Salmo 90:2 

Desde los primeros versos, comenzamos a ver a un Dios trino, “En el principio creó Dios los cielos y la tierra… y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas… y dijo Dios (el verbo, la palabra activa de Dios)” 

Todo el relato de la creación nos muestra a Dios como CREADOR, y por lo tanto el SOBERANO ó DUEÑO de todo los creado. También la creación pone en relieve tres de los atributos más conocidos o mencionados: 

El Dios OMNIPOTENTE. En primer lugar, Dios crea todos los elementos de la creación a partir de la “nada”, ya que no había ningunos elementos pre-existentes. Cuando consideramos las dimensiones del universo, o por lo menos lo poco que conocemos de él, no tenemos más que asombrarnos del poder que Dios utilizó para colocar en esa gran bóveda celeste millones de galaxias que a su vez está llenas de millones de estrellas.

Para tener una idea de la inmensidad de ese universo, veamos:


Si nos subimos a una nave espacial y viajamos a la velocidad de la luz (300.000 km/seg), ¡daríamos siete vueltas a la tierra en un segundo! ¿Le gustó el viaje? ¿Quizás un poco rápido? Saliendo al espacio a la misma velocidad, pasaríamos la Luna en dos segundos, el planeta Marte en cuatro minutos y Plutón en cinco horas. Desde Plutón lo que veríamos sería nuestra galaxia, la VÍA LÁCTEA. Viajando a la velocidad de la luz, alcanzará la estrella más cercana en 4 años y 4 meses. 

Esto significa que cada segundo de esos años, usted viaja 186.000 millas ó 300.000 kilómetros, una distancia total equivalente a 25.284.000.000.000 millas ó 40.682.300.000.000 kilómetros. El grupo de estrellas que ve de noche en el cielo es parte de una familia gigante de estrellas llamada la galaxia de la Vía Láctea. Viajando a la velocidad de la luz, tomaría 100.000 años cruzarla de un lado al otro. Hay aproximadamente 100 billones de galaxias en el universo, muchas compuestas de billones de estrellas. Las galaxias forman grupos y super-grupos. En nuestro grupo hay alrededor de veinte galaxias y miles de galaxias en nuestro super-grupo. Sobre la base de la población actual de la tierra, usted podría tener 16 galaxias con su nombre. Eso quiere decir que ¡billones de estrellas podrían tener su nombre. John Cross 

El otro aspecto que debemos tomar en cuenta es el infinito conocimiento y sabiduría de Dios, lo cual llamamos “OMNISCIENCIA”. El mundo creado muestra una complejidad asombrosa, así como las leyes que lo rigen, lo cual grandes científicos han descubierto la perfección matemática que existe en el universo. El equilibrio espacial, así como el equilibrio de la vida en todos los sistemas y sub-sistemas, desde sus más pequeñas o microscópicas manifestaciones hasta llegar a la cúspide de la creación que es el HOMBRE.

El salmista David estaba maravillado frente a la omnisciencia de Dios. Leemos en el salmo 139:1-6

Oh Jehová, tú me has examinado y conocido.2 Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; Has entendido desde lejos mis pensamientos.3 Has escudriñado mi andar y mi reposo, Y todos mis caminos te son conocidos.4 Pues aún no está la palabra en mi lengua, Y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda.5 Detrás y delante me rodeaste, Y sobre mí pusiste tu mano.6 Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí;
Alto es, no lo puedo comprender. Salmo 138:1-6 

En el mismo salmo David también se recrea en la omnipresencia de Dios. No hay lugar en el podamos estar y que Dios no esté y nos vea. Pero la afirmación más sorprendente de David, acerca del conocimiento perfecto de todo, lo vemos en el verso 16 cuando dice:

Mi embrión vieron tus ojos,
Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar una de ellas. 

Finalmente, la creación nos misma tiene un lenguaje sin palabras, ella misa nos muestra, en combinación la omnipotencia y la omnisciencia, omnipresencia de Dios, como dice el salmo 19:1-6

1Los cielos cuentan la gloria de Dios, Y el firmamento anuncia la obra de sus manos. 2 Un día emite palabra a otro día, Y una noche a otra noche declara sabiduría. 3 No hay lenguaje, ni palabras, Ni es oída su voz. 

4 Por toda la tierra salió su voz, Y hasta el extremo del mundo sus palabras.
En ellos puso tabernáculo para el sol; 5 Y éste, como esposo que sale de su tálamo,
Se alegra cual gigante para correr el camino. 6 De un extremo de los cielos es su salida,
Y su curso hasta el término de ellos; Y nada hay que se esconda de su calor. 

A través de la Biblia, Dios se va revelando de manera progresiva. A Moisés, le muestra otros de sus atributos, su SANTIDAD;

2Y se le apareció el Ángel de Jehová en una llama de fuego en medio de una zarza; y él miró, y vio que la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía. 

3 Entonces Moisés dijo: Iré yo ahora y veré esta grande visión, por qué causa la zarza no se quema. 4 Viendo Jehová que él iba a ver, lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo: !!Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí. 5 Y dijo: No te acerques; quita tu calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es. Éxodo 3:2-5 


La santidad de ese suelo que Moisés pisaba, no se debía al suelo por sí, sino a que Dios estaba allí, Él lo había apartado para mostrarse a Moisés. Es por ello, que los que nos acercamos a Dios es necesario que nos santifiquemos, es decir nos apartemos de toda maldad, de toda corrupción y de todo pecado. 

Más adelante, Dios se muestra también al pueblo al pie del Monte Sinaí;

17 Y Moisés sacó del campamento al pueblo para recibir a Dios; y se detuvieron al pie del monte. 18 Todo el monte Sinaí humeaba, porque Jehová había descendido sobre él en fuego; y el humo subía como el humo de un horno, y todo el monte se estremecía en gran manera. 19 El sonido de la bocina iba aumentando en extremo; Moisés hablaba, y Dios le respondía con voz tronante. 20 Y descendió Jehová sobre el monte Sinaí, sobre la cumbre del monte; y llamó Jehová a Moisés a la cumbre del monte, y Moisés subió. 21 Y Jehová dijo a Moisés: Desciende, ordena al pueblo que no traspase los límites para ver a Jehová, porque caerá multitud de ellos. 22 Y también que se santifiquen los sacerdotes que se acercan a Jehová, para que Jehová no haga en ellos estrago. Exodo 19:17-22 

Esa fue una dura lección para los israelitas, y que Dios mismo se encargaría de re-enseñar en múltiples ocasiones a través de la historia de Israel. Recordemos el caso de Nadad y Abiú, cuando ofrecieron a Jehová fuego extraño, y cómo salió fuego de delante de Jehová y murieron al instante.

LOS MUCHOS ATRIBUTOS DE DIOS

Podríamos mencionar muchos más de los atributos de Dios, tales como que Él es perfectamente bondadoso, lento para la ira y grande en misericordioso y verdad, él es inmutable, es un Dios de gracia, inerrante, humilde, paciente y sencillo, manso, generoso, etc, etc. 

Pero necesitaríamos de mucho más tiempo para ampliar cada uno de esos atributos, tiempo que no tenemos ahora, pero quiero cerrar este breve mensaje de hoy con dos atributos de Dios que son maravillosamente grandes. Su JUSTICIA y su AMOR. 

JUSTICIA Y AMOR

Todos los atributos de Dios son perfectos y están en perfecta armonía. Dios es perfectamente justo, y también es perfectamente amoroso. Él no es más justo que amoroso, ni más amoroso que justo. 

LA JUSTICIA PERFECTA DE DIOS

Si volvemos al Génesis, conocemos la historia. Dios le indicó al hombre de no comer del árbol de conocimiento del bien y del mal, y que si lo hacía, ciertamente moriría. Pero el hombre desobedeció y por su pecado cargó con la sentencia. Dios aplicó su justicia, y en ello fue implacable. La sentencia fue muerte, por lo cual “la paga del pecado es muerte”. Y sabemos las dimensiones de esa muerte: muerte física, muerte relacional y muerte eterna. (yo no sé mi querido hermano, o amigo que hoy nos visitas, hasta qué punto estamos conscientes de la horrible muerte que es “esa” muerte.) 

No obstante la desobediencia del hombre, Dios quien es inmutable, no dejó de amar al hombre, pues Él es amor, es perfectamente amoroso y en la misma proporción de su justicia. El profeta Ezequiel nos muestra un excelente compendio de cómo Dios ve la justicia.

21 Mas el impío, si se apartare de todos sus pecados que hizo, y guardare todos mis estatutos e hiciere según el derecho y la justicia, de cierto vivirá; no morirá. 22 Todas las transgresiones que cometió, no le serán recordadas; en su justicia que hizo vivirá. 23 ¿Quiero yo la muerte del impío? dice Jehová el Señor. ¿No vivirá, si se apartare de sus caminos? 

24 Mas si el justo se apartare de su justicia y cometiere maldad, e hiciere conforme a todas las abominaciones que el impío hizo, ¿vivirá él? Ninguna de las justicias que hizo le serán tenidas en cuenta; por su rebelión con que prevaricó, y por el pecado que cometió, por ello morirá. 

25 Y si dijereis: No es recto el camino del Señor; oíd ahora, casa de Israel: ¿No es recto mi camino? ¿no son vuestros caminos torcidos? 

26 Apartándose el justo de su justicia, y haciendo iniquidad, él morirá por ello; por la iniquidad que hizo, morirá. 27 Y apartándose el impío de su impiedad que hizo, y haciendo según el derecho y la justicia, hará vivir su alma. Ez 18:21-27 

La ley de los sacrificios que fue establecida por Dios mismo a través de Moisés (Levítico 6 y 7), mostraba una forma primitiva de ejecutar justicia, vida por vida, y a través de un cordero; lo cual significaba sólo una cobertura de sangre, era sólo una expiación temporal. Era la ilustración del sustituto perfecto que es Cristo Jesús. 

Todo ello era una sombra de lo que había de venir; pero cuando vino el tiempo perfecto, Dios mostró su amor perfecto: 

16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Juan 3:16 


EL PERFECTO AMOR DE DIOS

En Isaías 53, y también en el Salmo 22, vemos el perfecto amor de Dios en el hecho de su sufrimiento voluntario para poder salvarnos y tenernos de vuelta con Él, la sustitución perfecta. El precio que debíamos pagar nosotros por nuestros pecados, lo pagó Él, porque nos amó. 

Pablo declara:

8 Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Romanos 5:8 

REFLEXIONES FINALES

  • Cuando reflexionamos a cerca del Dios de la Biblia, el Todopoderoso, el que está en todo lugar y quien todo lo sabe, y que ha hecho todo lo que existe para compartirlo con nosotros, no nos queda otra cosa que extasiarnos con su grandeza! Dios es digno, el único digno de alabar de exaltar, de adorar. Mi querido hermano, después de lo que ya conoces de Dios, no queda otra cosa que darle eternas gracias por quién Él es y por lo que ha hecho.
  • Para finalizar, quiero volver al principio de este mensaje. Dios mismo se ha hecho cercano a nosotros, disponible, accesible por medio de Jesucristo. El abrió el camino, y nos llama, para que le conozcamos y disfrutemos de Él, de su gloria, de su santidad, de su amistad. Sólo en Él encontramos la verdadera vida, la verdadera realización. Volver al propósito original!

Pr. Nelson Peraza 

Enero 5, 2020

Otros nombres de Dios:
ADONAI, El Señor, mi gran Señor
ELOHIM, El Creador, Todopoderoso
EL SHADDAI, El Todo Suficiente
EMANUEL, Dios con nosotros
Jehová significa el "Yo Soy", el auto existente, también conocido como:
Jehová Jireh, El Señor provee salvación
Jehová Mekkaddesh, El Señor que santifica
Jehová Nissi, El Señor es mi estandarte, y el que pelea nuestras batallas
Jehová Rafa, El Señor es mi sanador
Jehová Rohi, El Señor es mi pastor
Jehová Sabaot, El Señor de los ejercitos
Jehová Shalom, El Señor es mi paz y el proveedor de todo bienestar
Jehová Shammah, El Señor siempre presente
Jehová Tsidkenu, El Señor es nuestra justicia

lunes, 23 de diciembre de 2019




NAVIDAD: LA DIVINA ENCARNACIÓN
Dic 22, 2019
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LA NAVIDAD EN NUESTRO MUNDO ACTUAL

En este tiempo del año, el mundo entero se prepara para celebrar la Navidad. La cultura navideña al estilo “occidental” ha penetrado en todos rincones del planeta. La gente en general disfruta mucho este tiempo por su clima, por ser el último mes del año, por ser también un tiempo de regocijarse con la familia, tiempo de regalos, comidas y fiesta. Pero en la mayoría de los casos el mes de diciembre comienza como una carrera de 100 metros planos, para lograr comprar los regalos, la ropa para los estrenos, todo lo necesario para las comidas las bebidas, los arreglos de la casa, los adornos, llegando al día de navidad con un gran cansancio, corazones vacíos, y por supuesto las billeteras también.

Lamentablemente, la mayoría, sino la totalidad de las personas, desconocen el significado verdadero de la Navidad. Para muchos es una temporada más que se repite cada año, asociada al comercio, llena de lindos adornos que iluminan las avenidas y centros comerciales de pueblos y ciudades. Erróneamente, este tiempo es representado por personajes, figuras y elementos que no tienen nada que ver con la verdadera Navidad. Es irónico ver a un Santa Claus o Papá Noel en lugares del trópico con su atuendo de invierno, simplemente no perece encajar.

Sin embargo, para las personas no cristianas del mundo esto es entendible, pero lo más triste es ver a personas cristianas que todavía no logran ver la dimensión completa de la Navidad, y su mensaje. 
Deberíamos empezar por tener en cuenta que no sabemos el tiempo del año exacto en el que se produjo en nacimiento de Jesús. Es importante es señalar que Jesús mismo nunca indicó la importancia de celebrar su cumpleaños, aunque por el contrario, si lo hizo con la santa cena, cuando dijo "haced esto en memoria de mi"; y tampoco sus discípulos, ni aun los padres de la Iglesia le dieron importancia.

ENTONCES PORQUÉ SE CELEBRA LA NAVIDAD?

Es la Iglesia cristiana del V siglo (entrada la Edad Media) que decide celebrar el nacimiento de Jesús el 25 de diciembre en el año 440, pero es hasta el 529 cuando el emperador Justiniano oficializa la fecha como día festivo para celebrar la Navidad. Los romanos celebraban el 25 de diciembre la fiesta del Natalis Solis Invicti o Nacimiento del Sol invicto, asociada al nacimiento de Apolo.​ El 25 de diciembre fue considerado como día del solsticio de invierno.

QUE ES LA VERDADERA NAVIDAD?

No obstante la fecha que fue escogida erróneamente o no, la primera Navidad es un hecho histórico de inmensurable relevancia. La venida de Jesús irrumpe en la historia humana y la divide en un antes y en un después. Hay un lenguaje sin palabras que nos habla desde el humilde pesebre, y más aun, cuando lo declararon los ángeles al manifestarse a los pastores aquella noche especial, la primera expresión de la Navidad es: “Gloria a Dios en las Alturas, y buena voluntad para con los hombres”. Dios mismo penetra en un mundo quebrantado y dolido por el pecado, en donde el hombre estaba totalmente perdido y sin esperanza, y sin posibilidades de salvarse por su propia cuenta. La Navidad nos habla de la reconciliación de Dios con el hombre, dónde es El quien toma la iniciativa.

Pero lo más grandioso es la muestra de su naturaleza sencilla y humilde, Dios siendo quien es, dejó de lado su majestad, tal como nos dice Pablo:

“Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz." Fil 2:6-8; 

lo que representa algo extraordinario, un hecho insólito, un milagro de proporciones gigantescas, es en una sólo palabra, la "encarnación" de Dios en el hombre. Dios, el alto y sublime, el que habita la eternidad, el todopoderoso, el creador de todo cuanto existe, el Señor y dueño del universo, el Dios Santo, Santo, Santo; se hace hombre!

Cuantas cosas pasarían por la mente de María al llevar en su vientre al Santo Ser, su Señor!, y al verlo nacer, y tenerlo bajo su cuidado… cuántas cosas guardaba en su corazón!



LA DIVINA ENCARNACION

En este tiempo de meditación, tratemos de ver y entender la Navidad como la Divina Encarnación, Dios queriendo sentirnos desde nuestra frágil humanidad, desde un cuerpo humano semejante al nuestro, con las mismas limitaciones, para experimentar nuestras necesidades, nuestros dolores y tristezas, nuestra debilidad y vulnerabilidad, y también nuestras alegrías y sueños.

EL VERBO ENCARNADO NOS INVITA

Pero también veamos la Divina Encarnación como una invitación a hacer lo mismo. Cuando se nos  dice: “haya, pues en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús”, el dejó de lado su majestad para humillarse y hacerse hombre, entonces nosotros debemos dejar de lado nuestro egoísmo y maldad y hacernos como Jesús, mansos y obedientes a Dios.

Si, hacer lo mismo que Él, encarnando a Dios en nosotros, y Jesús nos muestra el camino, es ver su vida, es encarnar a Jesús mismo. El mismo lo ilustraría de la siguiente manera que muchos, aun de sus seguidores no entendieron y dejaron de seguirle: 

"Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo. Entonces los judíos contendían entre sí, diciendo: ¿Cómo puede éste darnos a comer su carne? Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero. Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida." Juan 6:50-55

No era literalmente "comerse o beberse a Jesús", era una ilustración que indica la compenetración tan profunda que Jesús desea que tengamos con Él, en la que Él pasa a ser parte de nosotros, y mientras más como y bebo de Él más soy como El, y sus propósitos pasan a ser los míos, y sus sueños pasan a pertenecerme a mi. Paso a ser uno con Él.

EL IMPACTO

Y al compenetrarme más y más con Él, su llamado se hace mío, me pertenece: 

“El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel; a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová,” Isaías 61:1-2b

Es indudable el impacto de Jesús en la historia del hombre. El historiador Philip Schaff describió la supereminente influencia que Jesús tuvo en la historia y cultura del mundo de la siguiente manera: “ Este Jesús de Nazaret, sin dinero ni armas, conquistó más gente que Alejandro Magno, César, Mahoma y Napoleón; sin ciencia... él aportó más luz a asuntos  divinos y humanos  más que todos los filósofos y eruditos combinados; sin elocuencia de escuelas, desarrolló una palabra tan viva como nunca antes se habló ni hablará, y produjo efectos más allá del alcance de oradores y poetas; sin escribir una sola línea, provocó más plumas en movimiento, y proveyó temas para más sermones, debates, libros de enseñanza, obras de arte, e himnos de alabanza, más que todos los grandes hombres de tiempos antiguos y modernos.”

Por lo tanto, al encarnar a Jesús, es imposible que no impactemos al mundo, como ya millones lo han hecho. Y no se trata tan sólo de grandes hombres y mujeres, ni de grandes obras o avivamientos, sino, en la vida cotidiana, en nuestros hogares, trabajos, universidades, tal como lo hizo Jesús mismo, en el día a día, de la consecuencia de estar impregnado del Espíritu de Dios, y del “hacer” en su tránsito por este mundo.
Ese es igualmente nuestro llamado, de ser como Jesús, de imitar su vida. Sussana Wesley lo oraba de la siguiente manera:

  • “Ayúdame, Señor, a recordar que la religión no ha de confinarse a la iglesia ni al momento a solas, ni a la oración y la meditación, sino que en todo lugar estoy en tu presencia. Que cada una de mis palabras y acciones tenga contenido moral, y que todos los hechos de mi vida me sean útiles y beneficiosos, Que todas las cosas me instruyan y ofrezcan la oportunidad de ejercer virtud, aprendiendo a diario y logrando parecerme cada vez más a ti, amen.”

Pablo lo decía igualmente: "Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí." Ga 2:20. En otras palabras, el viejo "yo" muere y resucita Cristo en su lugar, para vivir una vida totalmente nueva.

  • Alguien dijo: "...cuanto más eres semejante a mí, más te desarrollas en la persona única que yo diseñé para que fueras."

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  • Debemos imitar la vida de Cristo y sus caminos si hemos de ser verdaderamente iluminados y liberados de la oscuridad de nuestros corazones. Que sea esto lo más importante que hagamos, entonces, al reflexionar en la vida de Jesucristo y reflejarla. Tomás de Kempis

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  • La Biblia afirma que cuando el hombre se ajusta al plan de Dios para él, encuentra la mayor felicidad y satisfacción, pues descubre la realidad de la plena realización". John R. Cross El Forastero en el Camino a Emaus


JESUS NOS MUESTRA EL CAMINO

Jesús nos dejó ejemplo para que sigamos sus pisadas (1 Pe 2:21). Nos podemos preguntar: cómo? Pues bien, debemos ir a los evangelios, porque en ellos vemos cómo Jesús vivía y se movía entra la gente, exhibiendo perfecta unidad con la voluntad Dios el Padre, y Él no reta a hacer lo mismo.
Lo vemos a través de la VIDA DE ORACIÓN de Jesús, cuando decía que no podía hacer nada por su propia cuenta; también lo vemos a través de SU PUREZA DE CORAZÓN, ver cómo se mueve Jesús entre los niños, mujeres y hombres siempre a tiempo, siempre con lo que necesitan, siempre capaz. Si queremos buscar la santidad en la vida, debemos impregnarnos del Sermón del Monte. Este sermón es un comentario ampliado de la ley del amor. Y la vida de Jesús es un cometario ampliado sobre el Sermón del Monte. No olvidemos la VIDA DEL ESPIRITU, es admirable ver como Jesús se mueve entre la gente y ejerce los carismas espirituales con todo aplomo y facilidad.
Vemos en Jesús una vida de JUSTICIA Y SHALOM, que es la vida de compasión. La PROCLAMACIÓN DEL EVANGELIO, es el fluir de la vida centrada en la Palabra de Dios, en proclamar la buena nueva del reino de Dios.

UNA PEQUEÑA VOZ NOS INVITA

Esta ha sido mi meditación en los últimos días, ver la Navidad como la Divina Encarnación, y como una pequeña voz que me llama desde la pequeña aldea de Belén, desde un pequeño pesebre, la invitación a hacer lo mismo que Cristo hizo, y de encarnar en Él y llegar a ser semejante a Él.


miércoles, 6 de noviembre de 2013


CUAL ES NUESTRO PROBLEMA VENEZUELA?

Desde otra perspectiva

Por Nelson Peraza Marín




Cursaba el año 589 a.C., en el décimo mes de tevet (diciembre o enero de nuestro calendario), en el décimo día, los alrededores de la ciudad santa de Jerusalén, fueron oscurecidos por una multitud de espadas sedientas de sangre. Las poderosas tropas de Nabucodonosor, rey del Imperio Babilónico, cubrió la faz de la tierra. Los campamentos y torres de guerra del enemigo rodearon la ciudad, quedando completamente sitiada, y dejando a sus habitantes con sus corazones desfalleciendo en el horror de la muerte, y sin posibilidades de aprovisionarse ni de agua ni alimentos. Treinta meses más tarde, en el noveno día del mes de tamuz (junio-julio aproximadamente), en las peores condiciones de debilidad causada por el hambre y la angustia, las tropas del invasor, franquearon las frágiles murallas de la ciudad, tomándola y destruyendo sus muros, quemando sus portones, y arrasando con lo que una vez fue, y debió ser lo más preciado del pueblo judío, el santuario de Dios, el “Templo de Jehová”, sufriendo el pueblo la desolación de su nación y la deportación de sus habitantes a las lejanas tierras de Mesopotamia, en donde permanecieron por espacio de setenta años.

Cabe preguntar, qué fue lo que esta nación hizo para merecer tal castigo? No es acaso el pueblo de Israel, la nación Judía, el pueblo escogido por Dios? Que pasó con el pacto de bendición celebrado con los antiguos patriarcas? Qué fue de aquella buena tierra de donde fluía leche y miel? A qué se debió la manifestación de la ira del Señor en forma semejante?

Todas y cada una de estas preguntas tienen respuestas contundentes en los libros de los profetas bíblicos, Isaías, Jeremías, Oseas, Miqueas, etc, quienes no solamente anunciaron hechos futuros, sino que denunciaron progresiva e insistentemente a través de los tiempos previos al castigo, la perversión y la maldad de este pueblo y su obstinada rebeldía, a quienes Dios había escogido para mostrar a las demás naciones que sí es posible andar en rectitud, y que también sabe premiar con una vida de verdadera paz y prosperidad, lo cual tiene su origen en una estrecha y honesta relación con el Creador del universo. Lamentablemente, esta nación no comprendió la grandeza de su llamado ni las dimensiones de su pacto, por tal razón, recibió también el anunciado juicio del cielo.

Venezuela, tierra de gracia! Qué país como el nuestro, con el mejor de los climas, inigualable ubicación geográfica, extensas y fértiles llanuras, montañas de hierro, oro y diamantes, entrañas llenas de petróleo y riquezas, montes y valles repletos de frutos y agua en abundancia, bellas costas y ríos de excelente pesca! Qué país como el nuestro, no hay otro igual! Y sin exagerar, es como aquella “Tierra Santa prometida.”

Entonces, cuál es nuestro problema Venezuela? Será acaso de orden político?, o económico? o social? Posiblemente mucho de todo eso, pero nos hemos equivocado en el diagnóstico principal, adjudicando el origen de nuestros actuales problemas al gobernante que salió y al de turno, a la política, o a los errores en el manejo de las finanzas públicas. No obstante, aun cuando lo anteriormente señalado es en parte cierto, la verdad es que le hemos dado las espaldas a Dios y a sus valores éticos y morales, sin los cuales ninguna nación puede, ni podrá prosperar nunca, y sobrados ejemplos hay de civilizaciones que desaparecieron, y de poderosos imperios paganos que no pudieron subsistir.

La verdad es que nuestra nación está en una profunda crisis, pero en el lenguaje de la Biblia es equivalente decir que estamos bajo el juicio de Dios.

Ahora bien, de qué estamos hablando. En primer lugar, hemos errado en lo que debería ser nuestra relación más importante, es decir con Dios mismo, acerca de quién tenemos una vergonzosa y errada idea intelectual o religiosa, ya que quién dice conocer a Dios escucha su palabra para obedecerla, y se acerca a Él para entender su voluntad y responder en consecuencia. Por el contrario, hemos sustituido al Dios verdadero por ídolos de diversa clase, vale decir: adoración a ídolos mudos, santería, brujería, satanismo, incluso la elevación del recientemente líder fallecido a la dimensión de comandante supremo, y pare usted de contar.

El otro nivel tiene que ver con nuestro prójimo. Si no existe una buena relación en lo vertical, difícilmente podrán funcionar bien las relaciones horizontales. En el ejemplo de Israel, una nación llamada a hacer justicia y a caminar en rectitud, se había declinado por la estafa, el fraude, la codicia, el robo, la extorsión, la violencia, la mentira, la falsedad, el soborno y la corrupción de los gobernantes, de los poderosos y de los líderes religiosos, y la falta de moral del pueblo en general. En pocas palabras se habían hecho expertos en la maldad.

Con esta clase de siembra, esta nación cosechó ruina, destrucción, hambre y escasez, sin ninguna posibilidad de prosperar a pesar de los esfuerzos humanos, obteniendo el desprecio y el oprobio de los demás.

Siendo verdaderamente honestos, podemos vernos ante este espejo, saquemos nuestras propias conclusiones. No digamos, nosotros los venezolanos, que estamos en una grave crisis, es más preciso decir que estamos sufriendo el juicio que Dios reserva a las naciones que le dan la espalda, y que caminan por sendas de impiedad.

Probablemente no nos invadirá una nación extranjera, ni tendremos guerra, pero la exacerbada inseguridad que experimentamos todos los días nos agobia y nos quita la paz. Las muertes violentas de cada semana parecen más bien partes de guerra.

Tampoco seremos deportados a lejanas tierras, pero la verdad es que en ninguna otra época de nuestra historia hemos tenido tantos exiliados (voluntarios o no, pero muchos empujados por la falta de seguridad), como ahora, casi 5 millones han salido de Venezuela.

Somos sin duda un país muy rico en recursos, pero estamos arruinados desde el punto de vista financiero. De nada nos sirve tener tierras fértiles cuando padecemos la escasez de alimentos y la dependencia de otros países para poder comer. El robo, la estafa, la mentira y la corrupción en nuestro país han llegado a niveles sin precedentes. Pero nuestra mayor ruina es la espiritual y moral.

Afortunadamente, no sólo había juicio en la boca de los antiguos profetas bíblicos, había también palabras de esperanza, porque Dios, quién no da por inocente al culpable, es lento para la ira, y rico en misericordias. Dios quien está al tanto de la vida íntima de cada ser humano, y activo en la historia de Israel, así como de todas las naciones, no demanda sacrificios ni ritos religiosos del hombre, el Señor demanda: honestidad, integridad, justicia, amar la misericordia y la compasión, y sobre todo, la obediencia y sumisión a Dios.

Este es nuestro problema de fondo Venezuela, desde una perspectiva más profunda. No son las reformas externas, ni los planes del gobierno o las acciones de la oposición, ni siquiera una centena de leyes que promulgue la Asamblea Nacional lo que resolverá nuestro problema, sino una profunda y honesta metamorfosis del país entero, desde el más alto funcionario hasta el más simple ciudadano. Un voltearse 180° hacia Dios y abrazar sus valores éticos y morales. Mientras no lo entendamos como nación, seguirán pasando cosas, y nos mantendremos en el mismo círculo vicioso, quizás por 70 años más.

martes, 2 de julio de 2013

LA INTERSEXUALIDAD

En días pasados tuve la oportunidad de ver en el canal de NATGEO, el programa titulado “La Ciencia del Género”, y fue para mí sumamente interesante conocer acerca de este tema, referido como “la intersexualidad”  algo no poco común, pero que simplemente no se habla mucho de ella.

Se cree que uno de dos mil niños nace con genitales tan ambiguos que los médicos no pueden responder con facilidad la pregunta de si es una niña o un varón.

Para entender un poco más, "la intersexualidad" ó “Trastornos del Desarrollo Sexual”, es un término general utilizado para una variedad de condiciones en las que una persona nace con una anatomía sexual o reproductiva que no parece caber dentro de las definiciones típicas de hombre o mujer. Por ejemplo, una persona puede nacer y tener apariencia de mujer en el exterior, pero tener una anatomía típica masculina en el interior, o viceversa. O una persona puede nacer con genitales que parecen estar entre los tipos habituales de hombres y mujeres.

Aunque hablamos de la intersexualidad como una condición innata, anatomía de la intersexualidad no siempre aparece al nacer. A veces una persona no cae en cuenta de tener una anatomía intersexual hasta que él o ella llegan a la edad de la pubertad, o se encuentra a sí mismo como un adulto estéril. Algunas personas viven y mueren con la anatomía de la intersexualidad sin que nadie (incluidos ellos mismos) llegara a enterarse.

Frente a esta realidad, llegaron a mi mente muchas preguntas. Cuantas personas que conozco poseen esta condición? Cuán dura es la lucha de estas personas en una sociedad que se mueve entre dos géneros, varón y hembra? Hay alguna respuesta de Dios para estas personas?

Mientras me formulaba estas preguntas y sentía compasión en mi corazón, recordé el pasaje de Mateo 19:12, en el cual Jesús, en una discusión con los fariseos acerca del matrimonio y del divorcio, dijo: “…Pues hay eunucos que nacieron así del vientre de su madre, y hay eunucos que son hechos eunucos por los hombres, y hay eunucos que a sí mismos se hicieron eunucos por causa del reino de los cielos..” y termina diciendo: “…El que sea capaz de recibir esto, que lo reciba.”

Aun cuando el concepto que tenemos de “eunuco”, corresponde a hombres a quienes se les han privado de sus genitales externos, de manera parcial o total, llama la atención la indicación expresa de que algunos nacieron así del vientre de su madre.

La realidad es que vivimos en un mundo quebrantado por el pecado, y les ha tocado a personas inocentes nacer con condiciones anormales o diversas deformaciones y enfermedades genéticas. Estas personas, “sin culpa” de su condición, nos hacen recordar que este mundo no es perfecto, sino por el contrario terriblemente distorsionado.

No obstante, volviendo a nuestro tema central, la condición “Intersexual” se agrava desde el punto de vista social, cuando en nuestras culturas del mundo aplican aspectos físicos a nuestra identidad. Es decir, que la condición física define quién eres. Esto es también una distorsión.

A estas personas les toca una doble lucha, no sólo por su realidad física, sino también con el aspecto emocional y psicológico  dependiendo de cómo el entorno los percibe y cómo define su identidad.

Lamentablemente, la ciencia médica en vez de servir efectivamente, ha errado, incursionando en traumáticas cirugías improcedentes e ineficaces tratamientos hormonales, agravando profundamente la condición original.

La buena noticia viene de parte de Dios, cuando nos anuncia que donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia. Parte de la verdad bíblica es que nuestra identidad verdadera (a lo menos como Dios lo percibe), no tiene nada que ver con la parte física de nosotros (incluyendo nuestra sexualidad).

Para estas personas (los que han nacido con una condición “intersexual”), Dios tiene palabras de afirmación e identidad como seres amados que existen para ser Su imagen.

Dios quiere que todos los seres humanos rechacen todo camino de oscuridad y perversión y puedan vivir para Su gloria, respondiendo a su llamado de santidad, de vivir para Él. 


“ …Y no permitan que los eunucos digan:“Soy un árbol seco, sin hijos y sin futuro”.
Pues esto dice el Señor: Bendeciré a los eunucos que guardan como santos mis días de descanso, deciden hacer lo que a mí me agrada y me entregan su vida. Les daré —dentro de las paredes de mi casa— un recordatorio y un nombre, mucho más grande del que hijos o hijas pudieran darles. Pues el nombre que les doy es eterno,
¡nunca desaparecerá! Isaías 56:3b-5 (NTV)


Todos sin exclusión necesitamos tener una verdadera identidad como ser humano en la imagen de Dios, aparte de lo que somos físicamente. Parte del secreto es ver lo que sí tenemos y podemos hacer, en lugar de lo que no tenemos o nuestras limitaciones.

Creo que necesitamos también entender y percibir lo que Jesús enseñó a sus discípulos. Le trajeron a Jesús un hombre “nacido ciego” y los discípulos levantaron un teología que lamentablemente es demasiado común hoy en nuestros días: “…Rabí, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que haya nacido ciego?...”  La respuesta de Jesús es reveladora (si no confrontacional). “…No es que pecó éste, ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él.”

Creo firmemente que tenemos que rescatar esta teología, y aplicable para aquellos que nacen con “confusión sexual”.

Nuestra verdadera identidad en Dios comienza al aceptar su invitación de entrar en nuestra vida, He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.” Ap.3:2 

y también  “Más a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.” Juan 1:12


Por:
Nelson Peraza y Ken Jolley
Fuentes:

martes, 25 de junio de 2013

GRUPOS CELULARES




Jesús visita a Marta y a María

Aconteció que yendo de camino, entró en una aldea; y una mujer llamada Marta le recibió en su casa. 39 Esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual, sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra. 40 Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude. 41 Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. 42 Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada. 
Lucas 10:38-42 (RVR1960)
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Puedo imaginarme el cuadro que Lucas nos pinta de esta escena. Jesús con tanto agrado acepta la invitación de Marta a posar en su casa. Seguramente la casa estaría algo desordenada y no había tenido tiempo para preparar la comida, por lo que corre de aquí para allá recogiendo las cosas regadas por toda la casa, a lo mejor con un trapo en la mano o una escoba limpiando por todos lados. Luego se pregunta, que le ofrezco al Señor? Y mientras está en la cocina limpiando los alimentos y encendiendo el fuego, piensa: que le pasa a esa niña, acaso cree que me va a dejar sola con todo esto?
El Señor se da cuenta de la situación al ver la actitud de las dos mujeres, una azorada con los quehaceres de la casa, mientras que la obra está embelesada escuchando su palabra, sentada a sus pies. Puedo casi ver la cara de satisfacción de María, cerca de Jesús, atenta a sus enseñanzas. En esto la respuesta del Señor no se hizo esperar, y le habla a Marta una palabra que con toda seguridad hizo un impacto profundo en su corazón.

Muchos han denigrado de la actitud de Marta y alabado la de María; pero cuando vamos un poco más adelante en la escritura podemos ver el resultado de esa santa exhortación.
En el relato bíblico encontramos que Lázaro, hermano de Marta y María, enferma de gravedad, y le es dado aviso al Señor. En su evangelio, Juan denota el amor que Jesús tenía por esta familia (Juan 11:1-5).

Finalmente Lázaro muere, y con cuatro días de muerto Jesús entra nuevamente en escena. Martha al enterarse de que Jesús había llegado a la aldea, sale del recinto y va hacia él. La Marta que vemos ahora parece no ser la misma. A pesar de lo ocurrido a su hermano, y de la tristeza, su fe es distinta, más sólida, había crecido, así como su conocimiento de quién era realmente el Señor, era su mesías. (Juan 11:21-27)

Cuantas veces habrá posado Jesús en esta casa, cuantas charlas hasta la medianoche, cuantas heridas sanadas, cuanto consuelo, cuantas enseñanzas.
Dios obra de maneras y lugares impredecibles, pero con cuanta frecuencia vemos sus manos obrando en el cálido ambiente de un hogar cristiano.

Este relato es una invitación a que sea Jesús quien venga a posar en las reuniones en las casas, y todos nosotros sentados a sus pies como María, pero profundamente impactados en nuestro corazón por su palabra, tal como lo fue Marta.